El Senasa explicó ante representantes del Ministerio de Modernización el importante papel de esta herramienta en manos del Estado.
Buenos Aires, 17 de noviembre de 2017 – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el Ministerio de Modernización de la Nación y cámaras de la industria cárnica evaluaron el funcionamiento de los servicios de inspección veterinaria (SIV) en los frigoríficos y estudiaron próximas líneas de trabajo en el marco del proceso impulsado por Presidencia de la Nación, durante una reunión en la sede del Organismo sanitario.
El encuentro fue encabezado por el vicepresidente del Senasa, Guillermo Rossi, junto con profesionales de distintas áreas. Por el Ministerio de Modernización, asistió un equipo liderado por Agustina Macias. También estuvieron Daniel Urcia y Javier Peralta, representantes de las cadenas cárnica porcina y bovina, respectivamente; y Sofía García y Carlos Sinesi, representantes de la cadena aviar.
“La reunión fue muy positiva en cuanto a que expusimos la sensibilidad de los servicios de inspección veterinaria a la hora de pensar en su modernización, dado que tienen un rol fundamental como garantes de la inocuidad de los alimentos que llegan a los consumidores y en la certificación de exportaciones al mundo”, señaló Rossi.
El vicepresidente del Senasa destacó que “los servicios de inspección veterinaria son una inversión. Su debilitamiento o tercerización resultan una transferencia de costos al sector privado, por lo cual los riesgos potenciales son muy altos en la pérdida de los mercados que tanto cuestan negociar y abrir”.
Durante la reunión, el coordinador general de la Dirección Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa, Nicolás Winter, expuso sobre el marco en que se desarrollan las tareas de los servicios de inspección veterinaria en los frigoríficos, atendiendo tanto la normativa nacional como los requisitos establecidos por los países de exportación.
También se refirió a los proyectos de modernización del Organismo a través de la implementación de sistemas informáticos en las plantas y la puesta en marcha de nuevas tecnologías para mejorar la labor de los agentes en ellas, a fin de ganar efectividad en el control de los procesos.
“Los riesgos de realizar cambios en los servicios de inspección son muy altos si se realizan sin el debido cuidado”, expresó Winter y concluyó: “El Senasa brinda las garantías sanitarias para la exportación a los principales países del mundo como la Unión Europea, Rusia y China, por lo que un paso en falso puede deshacer rápidamente todo el esfuerzo de apertura y mantenimiento de mercados en los que se invierte mucho tiempo de gestión”.
Los participantes acordaron continuar las reuniones de trabajo para evaluar futuras líneas de acción que optimicen la dotación de personal de los servicios de inspección veterinaria sin vulnerar su rol indelegable en la exportación de alimentos y la protección de la salud pública de los consumidores.