Este año, la FeVA rinde homenaje a quien fuera uno de sus principales dirigentes. Sus colegas lo recuerdan por su humildad, su sabiduría, su capacidad de análisis y de escucha.
En una nueva celebración del Día del Veterinario, nada mejor que recordar al Dr. Luis Pérez, un dirigente que tuvo una acabada visión del ejercicio profesional, lideró la dirigencia y aportó su sabiduría y humildad a la lucha por los ideales de la profesión veterinaria.
A lo largo de su trayectoria como dirigente, llegó a ocupar los máximos cargos a nivel provincial, nacional e internacional.
Comenzó su carrera en 1986, cuando asumió como secretario del Colegio de Santa Fe. Luego fue elegido presidente en cuatro ocasiones. También ocupó cargos de secretario, tesorero y fue presidente del Tribunal de Ética. En la Federación Veterinaria Argentina ocupó cargos directivos entre 1989 y 2004 y fue delegado para el Mercosur entre 1994 y 1998. A nivel internacional, fue presidente de la Asociación Panamericana de Ciencias Veterinarias Panvet en dos ocasiones, vicepresidente en otras dos y lideró el Tribunal de Honor de dicha institución en dos ocasiones, cargo que ocupó hasta noviembre de 2019.
Su última posición fue como tesorero del colegio de su provincia, al que renunció en agosto de 2019, cuando presentó su renuncia para cumplir con su palabra de que así lo haría cuando ya no se sintiera útil para la gestión, lo que habla de su entrega y humildad.
Sus logros
Nos es imposible sintetizar en esta pequeña nota homenaje los logros de una vida. Apenas nos proponemos destacar algunos de los resultados de su trabajo en pos del cuidado de la profesión.
En el 2015, a través del Decreto Provincial 0687/2015, se reconoció la figura del Corresponsable Sanitario como parte del Sistema Sanitario Productivo y Participativo en la Provincia de Santa Fe. Esto implicó que todos los establecimientos ganaderos deban nombrar a un veterinario para prevenir, controlar y erradicar las principales enfermedades de sus rodeos.
El Corolario de su vida dirigencial fue la aprobación, en el 2019, de la Ley del Ejercicio Profesional en la provincia de Santa Fe, la que le permite adecuar el accionar de la profesión veterinaria, algo por lo que Luis trabajó durante años.
Palabras de afecto
A continuación, compartimos las palabras de quienes tuvieron el gusto de conocerlo y recorrer juntos parte del camino. Los invitamos a sumar sus palabras en los comentarios.
Héctor Otermín, presidente de la Federación Veterinaria Argentina.
«Luis tenía una mirada que podía ver más allá. Ello lo llevó a la máxima dirigencia de nuestro país e internacional. Sabía seleccionar y formar futuros dirigentes. Sabía escuchar, siempre con sabiduría y humildad para dar una conclusión final respetada por todos. Fue un gran dirigente, una gran persona y un gran amigo. Un ejemplo a imitar, difícil de igualar.»
Dr. Adrián G. de Antueno, ex presidente del Colegio Médico Veterinarios de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
«Su personalidad infundía un respeto que llamaba a conocerlo y ya en plena tarea de intercambios y debates, se destacaba por su humildad y apertura mental hacia los más jóvenes, a los que siempre alentó para formarse como dirigentes. Hoy 6 de agosto, como todos los años, festejamos el día del veterinario y en la figura de Luis encontramos una estrella que ilumina y guía nuestro rumbo, invitándonos a ser cada día un poco mejor, como personas y profesionales.»
MV Germán Mina, presidente del Colegio de Veterinarios de Santa Fe 1° Circunscripción.
«Luis tenía bien en claro que, como dirigente, debía lograr que la profesión veterinaria brinde a la sociedad el veterinario que necesita y no esperar a que el veterinario se adapte a esos requerimientos. Eso lo hizo un verdadero visionario. Si debo destacar algo de su personalidad es su humildad, su sabiduría, su capacidad de análisis y de saber escuchar. Por eso creo que hoy es un día más que adecuado para recordarlo, principalmente por las oportunidades que supo crear para el desarrollo profesional. Siempre tuvo en la mira el posicionamiento de la profesión veterinaria en todos los lugares de toma de decisiones, tales como gobiernos provinciales, municipalidades, ministerios o entes oficiales. Esos ya son logros adquiridos para toda la profesión.»