Para alcanzar dicho estatus, los productores agropecuarios deben contratar los servicios de un veterinario acreditado, cuyo accionar resulta uno de los pilares fundamentales para el correcto diagnóstico de la enfermedad a campo.
Profesionales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) iniciaron en todo el país las tareas de verificación sobre el proceso de tuberculinización de los rodeos bovinos en establecimientos certificados como libres de tuberculosis.
En la República Argentina, el Programa Nacional de Control y Erradicación de Tuberculosis Bovina (TB) establece, mediante la Resolución Senasa Nº 128/ 2012, que todos los productores bovinos que desarrollan actividades de tambo y cabaña deben obligatoriamente iniciar el saneamiento de sus rodeos hasta alcanzar el estatus de libre de la enfermedad.
En la actualidad, el 60.5 % de los establecimientos obligados a ingresar al Plan de Control y Erradicación de la enfermedad ya han alcanzado el estatus de libres de la enfermedad. Dichos establecimientos poseen el 71.8 % de los bovinos existentes en tambos o cabañas.
Para alcanzar dicho estatus, los productores agropecuarios deben contratar los servicios de un veterinario acreditado, responsable de realizar las tareas de tuberculinización de los animales. En función de los resultados que arrojan dichas pruebas, se determina el estatus del establecimiento.
Una vez que los animales resultan negativos a la prueba diagnóstica, durante tres veces consecutivas en tambos y dos veces en cabañas, el Senasa puede certificar como libre a dicho establecimiento.
En ese sentido, el accionar del veterinario acreditado resulta uno de los pilares fundamentales para el correcto diagnóstico de la enfermedad a campo. Este proceso, delegado por el Senasa en la protagónica figura técnica que representan los veterinarios acreditados, requiere de la solidez necesaria para dar confiabilidad a un sistema que permitirá al país avanzar en el control y la erradicación de esta enfermedad.
Es por ello que desde el Senasa se realizan controles de forma permanente sobre el trabajo de los veterinarios acreditados, en el marco del proceso de recertificación del estatus sanitario de los establecimientos ganaderos.
Actualmente se están ejecutando controles en diversas regiones del país. En función de los resultados obtenidos, y en caso de aparecer animales reaccionantes, los mismos se deben remitir a faena y, si la prevalencia de la enfermedad supera los límites esperados, dejar en suspenso el estatus sanitario del establecimiento.
Todas estas actividades que desarrolla el Senasa tienen como objetivo avanzar en el proceso de erradicación de la tuberculosis bovina, una enfermedad zoonótica grave que provoca grandes pérdidas en las producciones con rodeos afectados.
Fuente: Senasa