La Federación Veterinaria Argentina, entidad que nuclea a dieciocho colegios/consejos profesionales veterinarios de la República Argentina, quiere expresar su posición sobre la actividad profesional en el contexto de la pandemia provocada por el COVID 19.
Como en la mayoría de los países del mundo, la actividad veterinaria se encuentra presente en distintas etapas del trabajo diario, entre otras cosas para evitar la transmisión de enfermedades al hombre.
Los veterinarios son una parte integral de la comunidad sanitaria mundial. Además de las actividades relacionadas con la salud y el bienestar de los animales, cumplen un rol fundamental en la prevención y la gestión de las enfermedades, incluidas aquellas transmisibles a los humanos, y en garantizar la seguridad alimentaria en las poblaciones.
Por ello la importancia en la atención de los animales de compañía, grandes animales, producción pecuaria, bromatología, garantizando higiene sanitaria, fauna silvestre, laboratorio, etc. Todo ello es parte del día a día de nuestra profesión, como así también integrarse con otras profesiones en luchas sanitarias como epidemias, pandemias, etc.
La vigilancia epidemiológica es fundamental para el control y detección de las zoonosis, siendo el veterinario en su práctica diaria quien la ejecuta, atendiendo una mascota, un establecimiento ganadero, la faena de animales para consumo, el control bromatológico, desde un laboratorio, entre otras tantas. La vigilancia epidemiológica no se detiene por el COVID 19, ya que otras zoonosis (brucelosis, rabia, leptospirosis, carbunco, tuberculosis, triquinelosis, etc.) continúan latentes, y es deber del veterinario controlarlas y/o mitigarlas.
Tal es así que en este contexto la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Asociación Mundial Veterinaria (AMV) llamaron conjuntamente la atención sobre los roles y responsabilidades de la profesión veterinaria en materia de salud pública. Destacaron que las actividades veterinarias específicas son fundamentales para garantizar la calidad y la inocuidad de los alimentos, la prevención de enfermedades y la gestión de emergencias.
Ante esta situación, estos organismos pregonan como de suma importancia mantener y garantizar que:
- los servicios nacionales y regionales de regulación e inspección veterinaria puedan supervisar la integridad de la salud pública,
- solo los animales sanos y sus subproductos ingresen al suministro de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria de las poblaciones,
- se puedan abordar las situaciones de emergencia,
- se mantengan las medidas preventivas como la vacunación contra las enfermedades con un impacto significativo en la salud pública o en la economía,
- se continúen las actividades prioritarias de investigación.
Así también, OIE y AMV hacen hincapié en la responsabilidad de los veterinarios al realizar sus trabajos: los veterinarios tienen la responsabilidad de salvaguardar su salud, la salud de aquellos con los que trabajan y la salud de sus clientes.
Quienes bregamos por una salud (animal, humana y medio ambiental) debemos estar a la altura de la circunstancia y en la primera línea de batalla. Por tal motivo, la Federación Veterinaria Argentina felicita a todas/os las/os profesionales veterinarias/os que han continuado ejerciendo su papel de AGENTES PRIMARIOS DE SALUD, tomando las precauciones y utilizando las medidas sugeridas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus tanto a los animales como a sus dueños.